Estimados colegas:
Tal como prometimos compartimos un
breve relato de lo acontecido en los encuentros de viernes y sábado pasado.
Comenzamos la clase presentando la
Diplomatura y el Seminario Enseñanza y
aprendizaje. Luego, dedicamos unos minutos para conocernos y, casi sin
percibirlo, se sucedieron las primeras reflexiones sobre el quehacer docente,
su especificidad, la soledad, lo impredecible
de sus efectos, la generosidad que supone…
La propuesta se inició mirando fotos. Las
vimos varias veces e intercambiamos impresiones, opiniones. Fue interesante
escucharnos y acordar que lo esencial es propiciar un encuentro verdadero con
nuestros alumnos. Mirarlos a los ojos, escucharlos, invitarlos a transitar el
camino del aprendizaje. Concluimos este segmento de la clase leyendo una serie
de citas que profundizaban esta mirada.
En la segunda parte de la clase,
divididos en dos grupos leímos dos textos “potentes”, uno del filósofo francés Rancière
y otro del pedagogo argentino Antelo. Resultó movilizador dialogar con esas
ideas…
El maestro emancipador y el atontador, la
explicación, la posibilidad de enseñar aquello que no sabemos fueron los
conceptos planteados por el francés. Antelo, por su parte, nos interpeló apuntando la necesidad el
compromiso con el oficio de enseñar.
Algunos se enojaron con los planteos de Rancière,
otros lo disfrutaron y lo tomaron como algo se les revelaba. Ambos
textos nos animaron al intercambio y a la discusión.
Hablamos de las dificultades, los desafíos y la gratificación que encontramos
en la tarea.
Redactar una frase que sintetizara el
diálogo entre los dos autores fue difícil. Sin embargo, todos los grupos lo
lograron.
Incluimos las producciones del grupo
del día viernes.
·
“La tarea docente consiste en transgredir los cánones formales de la
enseñanza asumiendo los peligros de trabajar en libertad y confiando en la
capacidad de todo ser humano.”
·
“Existe un punto de encuentro entre quien enseña y quien aprende; y es
en esa distancia óptima donde entran en juego las relaciones entre el dar y el
recibir; y el reconocer existente una relación de compromiso y pasión lo
suficientemente significativa para correrse y dejar que el otro construya sus
propios aprendizajes.”
·
“Recortamos la siguiente frase: ´Es débil aquel que se aleja de lo que
quiere´(Antelo). Qué quiere el docente? Enseñar? ->Revisar concepciones
diferentes.”
·
El planteo de Rancière sobre el docente emancipador que implica un
alumno libre (autónomo, no dependiente de la inteligencia del otro) tienen
directa relación con la idea de antelo de que el resultado de la ´obra´ del
docente no puede ser conocido de antemano. El proceso de aprendizaje es
individual y único en cada sujeto.”
Los invitamos a realizar las siguientes
consignas:
1)
Relean el texto que les tocó en la clase y lean el otro.
2)
Realicen comentarios sobre esta clase. Deseamos que puedan compartir con
los colegas aquellas reflexiones e interrogantes que conecten los conceptos
trabajados con sus preocupaciones a la hora de dar clase.
3)
Mirar la película “Mis tardes con Margueritte”
para analizarla a la luz de los conceptos abordados en la clase y en los
artículos. Subiremos la consigna puntual en un par de días.
¡Feliz Día de la bandera y feliz
descanso!
Cariños,
Vivi y Ana
El 1º Encuentro resultó sumamente enriquecedor pues me proporcionó algunos disparadores para repensar algunas cuestiones.
ResponderBorrarParticularmente el texto de Rancière que hace referencia a la experiencia de Jacotot me hizo ruido "el que el maestro enseñara algo que ignoraba".
Realmente me cuesta muchísimo imaginarme como docente de Álgebra y Trigonometría, saberes que me resultan crípticos.
Ma. Alejandra Olarte
A través de las lecturas de Rancière y Antelo, refuerzo lo que considero condición necesaria del SER docente, QUERER dar, brindar y compartir con el otro.
ResponderBorrarReflexiono también sobre el par confianza/libertad en la dinámica entre el docente y sus alumnos y su relación con la idea de que el producto del docente es una obra a la que nos brindamos por un tiempo, con la generosidad de no pretender terminarla, sin la certeza de saber cómo será terminada.
Ser libre y dar espacio al otro para que lo sea, requiere de compromiso y responsabilidad: estar atentos a que nuestro saber no es el TODO de nuestra tarea y poder recibir las consecuencias que aquello que damos genera en el otro y aceptar su imprevisibilidad.
La confianza en la inteligencia y creatividad del otro posibilita el enriquecimiento muturo.
Florencia
Soy la única participante del grup que aún no ejerzo la docencia, actividad en la que empiezo timidamente a formarme. Soy una aprendiente en acción en todos los ámbitos en los que me desempeño. Para mi la oportunidad de compartir el encuentro con profesionales con experiencia y pasión por lo que hacen es absolutamente enriquecedora, así como las lecturas de los textos y el acompañamiento de las docentes a cargo del seminario. Gracias por eso.
ResponderBorrarEstimadas Gabriela, Florencia y María Alejandra,
ResponderBorrarMuchas gracias por compartir sus reflexiones. De eso se trata este espacio.
Retomaremos en la clase el tema del "enseñar aquello que no se sabe". Intentaremos "desmenuzar" esa idea para entender a Jacocot.
Respecto a los aportes de Florencia, es emocionante como surgen nuestras propias ideas en tu comentario. Efectivamente, creemos que la tarea docente debe ser esencialmente comprometida y responsable, plena de confianza en lo que los alumnos son y pueden ser y, por último, dotada de la libertad necesaria para que logren crear su propio camino a partir de nuestra orientación.
Bienvenida Gabriela a esta profesión desafiante y hermosa!
Cariños,
Viviana y Ana